Cameron Bright: “Los vampiros no existen; podemos retratarlos como queramos”

Entre sus melosas capas de delirio romántico, la secuela de Crepúsculo, Luna Nueva, que incendió las taquillas el año pasado (llegando en DVD y Blu-ray este Sábado), tenía unas cuantas adiciones acogidas a su mitología acribillada de vampiros.

Una fue la introducción a una manada de hombres lobo impulsados por la testosterona; el otro bonus -más efectivo- fue la aparición de los temidos Volturi, una secta de despiadadas sanguijuelas aristocráticas vestidas de negro y ojos rojos, conducidas por el actor nominado al Oscar, Michael Sheen (Underworld, Frost/Nixon).

Escondido entre las filas de caras pálidas de los Volturi, estaba el actor Cameron Bright. Si el nombre no os dice nada, puede que la cara sí. Bright, ahora de 17 años, es la antigua estrella infantil de thrillers como la película de ciencia ficción de 2004, “Godsend“, el misterioso melodrama de Nicole Kidman “Birth” y “Running Scared“, del 2006. En “Luna Nueva“, interpreta a Alec, un poderoso vampiro que – como su intimidante hermana – no es ni bueno ni malo.

“Veo a los Volturi como el gobierno”, dijo Bright.

“Son los lideres de la nación de los vampiros, quienes hacen cumplir las leyes. Y si eres el lider, tienes que tomar decisiones difíciles, alguna veces, y tienes que ser fuerte… y temido”.



Y el miedo es con lo que los Volturi comercian. El Alec de Bright es a primera vista, una figura casi angelical, pero la cual tiene la letal habilidad de anular completamente los sentidos de sus víctimas, convirtiéndolos en practicamente vegetales. Es simplemente otra novela re-imaginando un monstruo icónico – el vampiro- que ha causado que tanto los libros de Crepúsculo como las películas sean polémicos entre los puristas.

“Creo que nuestros vampiros son realmente interesantes”, dice el actor.

“Tenemos una historia aparte, algo único. Algunas veces escucho a la gente criticar la manera en la cual los vampiros son presentados en la película, el hecho de que brillemos y nos convirtamos en diamantes pero, he aquí el asunto: ¡Los vampiros no existen! Podemos retratarlos de la manera en la cual queramos”.

Fuente: EdwardyBella