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| Críticas sobre "Water for elephants" | |
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Bella Swan Admin
Sexo : Cantidad de envíos : 38959 Edad : 42 Localización : SpanishForks Fecha de inscripción : 28/01/2009
| Tema: Críticas sobre "Water for elephants" Mar 10 Mayo 2011, 12:41 | |
| Agua para elefantes promete más de lo que ofrece. Agua para elefantes es la tercera cinta del director Francis Lawrence. Había hecho en 2005 Constantine, un Thriller fantástico con Keanu Reeves, y en 2007 su película hasta ahora con más éxito Soy Leyenda, con Will Smith, una nueva versión cinematográfica de la novela de ciencia-ficción de 1954 de Richard Matheson. Y ahora estrena esta adaptación también de una novela de gran éxito en la que narra una historia de amor y de descubrimiento del mundo, donde la pasiones mandarán sobre unos personajes. La otra faceta de Francis Lawrence es la de experto director de videos musicales. Ha realizado vídeos para artistas tan reconocidas como Jennifer Lopez, Shaquira, Janet Jackson o Lady Gaga. Con un buen guión de Richard Labravenese y aceptables trabajos interpretativos, Agua para elefantes es una película de circo con agradable mensaje de amor a los animales que comienza con buen pulso y buen ritmo, pero que a los veinte minutos, cuando el chico entra a formar parte de ese circo, empieza a decaer, y que se llega al final sin mucho entusiasmo. Así, Agua para elefantes, se queda en una cinta correcta, que se deja ver, pero que puede llegar a desinteresar al espectador. Un espectador que, mientras contempla la película, no puede dejar de pensar en las similitudes de Agua para Elefantes con otra reciente película española también ambientada en el mundo del circo, Balada triste de trompeta, de Álex de la Iglesia. La historia de amor de las dos películas tienen cierto parecido, aunque los estilos de ambas sean bastante diferentes: mientras el de Lawrence es sentimental y algo pastelón, el de la película de Álex está lleno de humor grotesco y salvaje. 15/05/2011Agua para elefantes: el gancho puede ser un farol. Agua para elefantes, el drama romántico basado en el best-seller de Sara Gruen del mismo nombre, nos cuenta la historia de Jacob (Robert Pattinson), un estudiante de veterinaria que pierde a su familia y el destino le ofrece la oportunidad de ganarse la vida en el circo. Allí conoce a Marlena (Reese Witherspoon), la atracción principal del espectáculo. Casada con el violento director del circo August (Christoph Waltz), oscila entre los personajes masculinos enamorada entre bambalinas mientras la ley seca, y la gran depresión, sacuden Estados Unidos. ¿Puntos a favor? Los dramas románticos suelen ser siempre historias muy agradecidas para el cine. Y, por supuesto, el ambiente circense también es muy hermoso, pudiendo ofrecer imágenes realmente mágicas. Además, los actores principales, especialmente los ganadores de un Óscar Reese Witherspoon y Christoph Waltz, son bastante solventes, y la novela en la que está basada toda la historia es todo un best seller. En cuanto a la dirección, es destacable el grado de intensidad que en algunos momentos alcanza la cinta, normalmente gracias a los ataques violentos de un Christoph Waltz, que parece continuar con el papel bipolar de Malditos bastardos. ¿Puntos en contra? La explotación por parte del director de la belleza visual del circo es mínima. No se recrea en la magia de este espectáculo, en las posibilidades más emotivas del tren o de los personajes secundarios. Navega sobre la superficie. Y en cuanto a Robert Pattinson, el reclamo de esta historia teniendo en cuenta su presente popularidad, sigue exactamente igual que siempre, con la misma gestualidad, movimientos de rostro y cuerpo. No cambia. No evoluciona. Continúa interpretando cada papel como si fuese el mismo que el anterior. Sería bueno ver a este chico intentado hacer algo distinto, que le permitiese demostrar que realmente es un actor, y no solamente una cara bonita. De esta forma, el supuesto gancho que Pattinson puede ser para la película, es el pujil más débil de todo el cartel. En definitiva, la cinta no es un clásico drama porque la novela en la que está basada no lo es, y tanto la época histórica como el ambiente depresivo de los años 30 en Estados Unidos es muy atrayente, pero está desperdiciada la oportunidad de hacer algo más grande. Al final la adaptación es del montón. Una lástima. Entretenida. Pero una lástima. A la película “Agua para elefantes” le falta un poquito de más imaginaciónSiempre he sostenido –si se me permite iniciar esta crónica con una reflexión personal– que el cine es una lata… de Cocacola. Las películas, quiero decir: como un producto industrial más, se elaboran en las fábricas; después se distribuyen por todo el país, o todo un continente, o todo el mundo si es posible; y por último se ponen a disposición del público para su consumo masivo. La diferencia con el refresco –que debería saber siempre igual– es que cada película es única y distinta, es un prototipo cuya eficacia comercial está siempre por demostrar. A veces la fábrica produce obras de arte; en otras ocasiones –la mayoría–, no. Pero esto es otra historia, distinta al rédito del negocio. Viene a cuento este preámbulo para explicar por qué las grandes fábricas americanas producen, y cada vez más distribuyen también, películas como esta Agua para elefantes, un claro ejemplo de cómo funciona la fórmula no tan mágica del comercio cinematográfico. Primero se busca una novela de aceptable éxito popular, como la precedente de la escritora Sara Gruen; se encarga la adaptación a un buen guionista: Richard LaGravenese, autor de Los puentes de Madison y El rey pescador, luego se compone un reparto atractivo para la cartelera –Robert Pattinson, el protagonista de la serie Crepúsculo; Christoph Waltz, el malvado coronel nazi de Malditos bastardos, y la atractiva Reese Witherspoon–, y se cede la coctelera a un director joven y con nervio, curtido en los vídeos musicales o en encargos como Constantine o Soy leyenda. El resultado debería ser digerible. Además, esta historia se ambienta en el mundo del circo, un universo que ha dado al cine americano títulos importantes y taquilleros como El fabuloso mundo del circo, Trapecio o El mayor espectáculo del mundo –que ganó dos Oscar en 1953: película y guión, precisamente–. Y transcurre en unos momentos muy adecuados a la eterna indigencia del antiguo y ambulante ceremonial circense. América, primeros años 30. Jacob es un joven a punto de terminar su carrera de veterinario. Alcanzado por un desgraciado accidente y abatido por la depresión que arrasa el país, se marcha de su pueblo y coincide, por casualidad, con la trayectoria del Circo Benzini. Quiero decir, que se cuela, sin pretenderlo, en el tren que transporta equipamiento, animales y artistas. El Circo Benzini es como se estilaba entonces: músicos, equilibristas, payasos, fenómenos de la naturaleza y fieras. Las fieras son un poco de tercera categoría, pero todo el espectáculo es igual de decadente y miserable. Sobre todo por parte de August, el malvado propietario, auténtico amo y señor de instalaciones y personas; y también dueño, al parecer, de su dulce y guapa esposa, la domadora de caballos y estrella del programa. Los conocimientos de veterinaria de Jacob le dan, al final, la posibilidad de quedarse a trabajar en el circo; y parece que todo puede ir bien, hasta que sucede lo inevitable: cuando entre el educado y atractivo joven y la maltratada y temerosa domadora salta la chispa del amor, bajo la carpa estallará una auténtica tempestad de celos, pasión y violencia. Pero no tanta como para asustar al espectador; todo es bastante previsible y no hay lugar para un posible suspense, que queda imposibilitado desde la primera secuencia de la película. Lo que sí hay es bastante oficio para resolver los momentos de mayor tensión y para que se note menos la escasa entidad de los personajes: Christoph Waltz repite los tics de malvado que popularizó con Tarantino; Reese Witherspoon –con una imagen tan retocada que no parece ella–, no consigue apasionar, y Robert Pattinson no nos hace olvidar que hace diez minutos era un vampiro más frío que un témpano. Y él es el mejor resumen de la película: no es que nada esté rematadamente mal en la fórmula; es que el “mayor espectáculo del mundo” necesita más pasión, más ilusión y un poquito más de imaginación. Nota de ElLeónyLaOveja: No soy crítica de cine, ni una entendida en la materia, pero hace unas horas que he visto la película y me ha gustado mucho.Leí el libro previamente y aunque como siempre, los libros son mejores, no me ha decepcionado para nada.Los críticos pueden decir misa, pero al final los que pagamos para ir al cine somos el público y yo como tal he salido muy contenta, es una historia preciosa sobre el compañerismo y el amor a los animales y la he disfrutado muchísimo. Fuente , Fuente y Fuente | |
| | | Bella Swan Admin
Sexo : Cantidad de envíos : 38959 Edad : 42 Localización : SpanishForks Fecha de inscripción : 28/01/2009
| Tema: Re: Críticas sobre "Water for elephants" Dom 15 Mayo 2011, 13:06 | |
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