"Luna, el misterio de Calenda", una copia barata de Crepúsculo que decepciona

Cuando decidí ver la nueva serie de Antena 3: ‘Luna, el misterio de Calenda’, pensé inocentemente que sería algo, nuevo, original, dentro de la moda de series de misterio que rozan el terror como ‘American Horror Story’, que alimentaría la curiosidad. Digo inocentemente porque ya cuando escuché un rato antes de su estreno que aparecían hombres lobo… en fin, empezó a olerme mal. Más bien encaja en la moda de las series cutres que recurren a los hombres lobo y/o vampiros y caen en los más absurdos y repetitivos clichés. Para mí, toda una decepción. Comienzo la sangría…

La serie tiene muchos defectos, pero en mi opinión los principales se engloban en tres categorías: ser una copia mala de Crepúsculo, diálogos que flojean e incoherencias en las situaciones. Empiezo con la primera.



A ver si os suena: Una chica que se muda a un pueblo remoto, donde hay un bosque misterioso con un montón de árboles, no se lleva bien con su padre y en su instituto hay un chico reservado por el que se siente atraída. Él se porta mal con ella, pero todos sabemos que a medida que avance la serie se amarán locamente. Y entre ellos una leyenda de hombres lobo. Ah, olvidaba que supuestamente ella le atropella al principio de la serie (bueno, en la película él la salva de un atropello). ¿A qué os recuerda? Pues evidentemente a Crepúsculo. Y para poner la guinda, una amiga de la protagonista se llama Vera (me recuerda a Bella). Sí, quizá esto último es hilar fino pero, en conjunto… ¿no notáis un ‘déjà vu’? Vamos, muy parecido a Crepúsculo pero sin vampiros. Bueno, de momento…

Vamos a seguir con los diálogos. Cuando Belén Rueda está en la cama con Sbaraglia mantienen una conversación con jerga legal porque ella es jueza. “Caso Leire” dice ella refiriéndose a su hija. Y así varios comentarios seguidos. ¿De verdad la gente usa vocabulario de su trabajo de forma tan insistente para hacer la gracia cuando está tranquilamente en casa con su pareja? Me parece forzado. ¿Y el discurso del padre contándole a su hija el origen de su nombre? Más de lo mismo. Además, no me creo que en 16 años no haya escuchado ya mil veces la historia de su nombre, como todo hijo de vecino. Y por poner otro ejemplo, cuando el protagonista masculino del que se enamora la hija de Belén Rueda le dice: “No soy de fiar”. En el minuto uno ya tenemos el cliché de chico malo. Demasiado típico.

Y finalizamos con las situaciones o detalles que no encajan. Al principio Belén Rueda y su hija atropellan a ‘una especie de animal’ y llegan al pueblo con el coche dañado. En ese momento aparece un montón de gente dispuestos a ayudarles. Y pasa por allí un chico con muletas que se pone a hablar enseguida con la hija. Ella le pregunta: (sin conocerse y sin que nadie les presente) “¿qué te ha pasado?”. Él contesta: “Estoy enfermo”. Y yo me pregunto, ¿a ella qué le importa? ¿Alguien en su sano juicio le pregunta qué le ha pasado a una persona que no conoce y que va con muletas sin ninguna escayola, andando con dificultad? Y por supuesto al día siguiente ella le lleva a su casa, ya son súper amigos. Vale que es ficción, pero la ficción tiene que conectar mínimamente con la realidad para engancharnos, y no tomarnos por idiotas. Y está el idilio de Fran Perea con la hija de su jefe, que además tiene solo 16 años. Justo después de su encuentro íntimo, qué casualidad, Perea se entera de quién es hija (bueno, hijastra) y de su edad. ¿De verdad quieren que creamos que en un pueblo pequeño, un subordinado de la Guardia Civil no conoce a la hija de su superior?

Estos son solo ejemplos de la calidad de la serie. La idea no es mala, hace tiempo que los espectadores echamos de menos una serie española de misterio. Pero de calidad, por favor. Como dice siempre mi compañera María Eugenia en otros posts de este blog, no es que prohibamos clichés y tópicos, bien llevados pueden ser útiles en la pequeña pantalla. Pero presentados de esta forma cansan hasta la saciedad e insultan nuestra inteligencia. En fin, para quitarle hierro a asunto, si os gusta mucho el tema de los hombres lobos o si os apetece ver algo sencillo con trama de quinceañeros para no pensar mucho y desconectar de un largo día de trabajo quizá os haga el apaño. No lo critico. De hecho en su estreno tuvo un 19,2% de audiencia, todo un éxito. Veremos cómo evoluciona. Yo ya he decidido firmemente poner otro canal el próximo martes.

Fuente ElNorteDeCastilla

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