Gonzalo Heredia en ‘Lobo’: la transformación (fotos)

No había luna llena, ni siquiera era de noche, pero un día del año pasado Gonzalo Heredia se transformó. Ese día lo empezó temprano, como muchos otros, porque le gusta disfrutar de la mañana y de cómo se ve y se siente su casa cuando sale el sol, pero no fue un buen despertar. Todo lo contrario.

“¿Dónde estoy, qué estoy haciendo, qué quiero hacer de acá en más? Todas esas preguntas me las hice ese día que estuve deprimido. Fue un día entero que me quedé sentado en la silla de mi escritorio mirando por la ventana desde que me levanté hasta que se hizo de noche. Y la conclusión fue: voy a hacer lo que tengo necesidad y ganas de expresar”, recuerda Heredia, seguro de que esa jornada de crisis y reflexión lo trajo hasta acá. Acá es Lobo , la tira de Pol-ka, que estrena El Trece mañana, a las 22.30. Y más precisamente a interpretar el papel central del primer culebrón local que se suma a la fiebre del lobisón que hace ya un par de años tuvo su rebrote hollywoodense (ver aparte).

“A partir de esa decisión, empecé a trabajar con una coach actoral, Débora Astrosky, para preparar este personaje. Y a leer obras de teatro. Ella me recomendó a Harold Pinter y en esa búsqueda encontré El montaplatos , una obra genial. Formé una compañía de teatro, empezamos a ensayar y estrenamos el 30 de marzo. Todo esto nació de aquel día de extremo bajón que tuve. Me parece que de esos lugares oscuros, de esas crisis, salen las cosas más creativas. Esto fue lo que me empujó a hacer el día D”, dice el actor con una sonrisa medida, sin demasiada expansión. Porque la pasó mal esa vez y todavía se acuerda y porque hace poco más de una semana fue operado de una apendicitis que llegó en mal momento, pero muy prolijamente.

“Me sentí mal el viernes después de grabar, me operaron y el miércoles volví a trabajar, aunque me recomendaron quince días de reposo. Estuve muy prolijo. Es que es un momento muy particular, siento la responsabilidad de tener el programa en el hombro”, aclara Heredia. Y tiene razón. Esta vez no hay Valientes ni Malparidas , acá hay un Lobo y es él. “Visto de esa manera, este proyecto es una evolución. Es un escalón más. En la seguidilla de Mujeres de nadie, Socias, Valientes y Malparida, siento que ésta es la punta del iceberg. Hace cinco años no estaba preparado para esto. Por algo las cosas se dan así”, reflexiona el actor. Y aunque lo que dice habla de un gran momento profesional, de lo que otros llamarían éxito, la manera en que lo dice muestra algo más sobre Heredia. Ese que se autodefine prejuicioso y algo pesimista. “Cuando me hablaron de este proyecto, me dio miedo. Me sigue dando miedo, no la estoy pasando bien conmigo porque estoy tan involucrado, como nunca antes, en cuerpo y alma. Sueño con el programa, estoy casi obsesionado. Leo con detalle cada libro, sé qué le pasa a cada personaje, de dónde viene y a dónde va. No puedo evitarlo”, dice un poco resignado y otro poco entregado a un personaje que está preparando hace más o menos seis meses. No está seguro de la fecha e intenta recordar si fue AE o DE, es decir antes o después del nacimiento de Eloy, el bebe de seis meses que tiene con Brenda Gandini. Desde que es papá, todos los eventos se organizan así en el calendario y las mañanas las disfruta más porque ése es el momento padre e hijo por excelencia, un ritual de desayuno tempranero que no cambia por nada. Aunque también la pase muy bien cuando cae la noche, sale la luna llena y aparece el bravo lobo.

Piel de lobisón

“Para hacer las escenas de la transformación trabajamos a la par Andrés Parrilla, experto en maquillaje; Andrés Bocán, que es el responsable de los efectos especiales; Jorge Bechar, director de exteriores, y yo. Ahí estamos los cuatro, cada uno desde su lugar y su rol, sumando, creando. Alguno dirá que es algo superficial, que esto es una tira y puede que tengan razón, pero yo le pongo el cuerpo”, se entusiasma Heredia, que desde que comenzaron las grabaciones a mitad de diciembre ya se calzó dos veces el traje del lobisón. Dos noches de grabación nocturna e intensas en las que pudo poner a prueba todo el trabajo previo que hizo para poder interpretar a Lucas Moreno, un hombre que en su cumpleaños número 30 recibe, sin saberlo, un peculiar regalo/maldición: las noches de luna llena, Lucas se vuelve licántropo y luego no recuerda lo que le sucedió.

“Hice un trabajo muy físico para poder interpretarlo. Bajé once kilos, e hice boxeo para aprovechar la postura que tiene el boxeador todo el tiempo encorvado, cerrado y en puntas de pie. Fue medio año de entrenamiento mientras los expertos en maquillaje y efectos especiales hacían su propio desarrollo para el lobo. Imaginate lo que fue la primera transformación, todo ese tiempo volcado ahí, en esa noche”, recuerda el actor, que pocos días después tuvo su verdadera prueba de fuego, su presentación en sociedad como el hombre lobo ante un público difícil.

“Un día antes de grabar las imágenes vestido de lobo en el estudio junté a todos los técnicos, y les dije: «Vamos a cagarnos todos de risa, hacemos muchos chistes y después laburamos. A mí va a dar pudor, ustedes se van a reír y seguimos…». El tema es que llega el momento de grabar, me cambio y bajo al estudio. Y lo que pasó no me lo esperaba. Se me quedaron mirando y no salió ni un chiste. Ahí pensé: «Esto va a estar bueno». Porque eran técnicos que vieron todo, que si se tienen que reír en tu cara lo hacen y no pasó nada de eso”, cuenta el actor contento. Un estado de ánimo que, asegura, no le dura demasiado tiempo en estos días.

“Estoy pasando por todos los estados. Alegría, entusiasmo, alguna depresión, bajón, por momentos me pregunto: «¿Qué hago acá? ¿Porqué dije que sí? ¿Por qué no hice una tira de mate y listo…»”, se pregunta Heredia aportando una definición para la tira costumbrista que hizo antes y que Lobo definitivamente no es.

Aunque la historia escrita por Lily Ann Martin y Cecilia Guerty es esencialmente un culebrón que incluye hijos separados de sus padres, una familia que esconde más de lo que muestra y una historia de amor con todos los elementos del género, también tiene un protagonista que mientras se enamora de la chica, interpretada por Vanesa González, debe lidiar con el pequeño detalle de que con en el plenilunio se transforma en lobisón. Es que Lucas (Heredia) es el séptimo hijo varón de Leopoldo Díaz Pujol (Gerardo Romano), que con el nacimiento se entera de que sobre el bebe recae una maldición ancestral que lo condena a ser lobisón y a asesinar a su padre. Así, el hombre ordena matarlo, pero el chico se salva y crece sin conocer ni a su familia verdadera ni su trágica herencia. Y mucho menos que el peligro lo acecha en la forma de su tío Lisandro, un cazador de presas animales y humanas que interpretará Osvaldo Laport.

“Es fantasía pura, es el cuento que nos leían cuando éramos chicos. Una gran apuesta de Pol-ka y un camino nuevo que implica mucho riesgo. Puede salir bien o mal, pero me pone muy contento ser parte de todo esto”, dice Heredia, que con mucho trabajo, maquillaje, ganas y una buena cantidad de miedo está listo para aullarle a la luna.

Taylor Lautner en la saga Crepúsculo .

Gracias al suceso de las novelas Crepúsculo y sus adaptaciones cinematográficas, y especialmente a la interpretación de Taylor Lautner, como Jacob, el lobisón enamorado, los licántropos se pusieron de moda.

La chica de la capa roja

Conflictos adolescentes y una caperucita roja que no sabe si alguno de sus dos pretendientes es el lobo que aterroriza a su pueblo.

The Vampire Diaries

La serie de Warner puso a los vampiros seductores y a los lobisones conflictuados en la TV.

Teen Wolf

Un lobito adolescente y con asma que pasó de nerd a ser el más popular, y feroz, de la secundaria.

True Blood

Sangrienta, sensual y entretenida, la serie de HBO tiene su lobisón residente. Un personaje que tendrá especial importancia en la próxima temporada...

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