Crítica a "Una Boda de Muerte" (Xavier Samuel)

Con ‘Una boda de muerte’ pasa como cuando te cuentan un chiste por tercera vez, que ya cansa. Sus semejanzas con los dos resacones son tan obvias, que ni se han molestado en cambiar los personajes. Claro que si la manada de lobos dejó de tener gracia en su reciente visita a Tailandia, esta boda huele a chiste viejo desde el principio, y un chiste viejo sólo puede tener gracia si el que te lo cuenta la tiene, y evidentemente los creadores de este despropósito no son graciosos. Lo peor de todo es que trata de ser gamberra, cuando en realidad es sensiblera y pastelosa.



La pareja de novios parece sacada directamente de ‘High School Musical’ o cualquier otra almibarada producción Disney. Así que, como es evidente, quieren tener una boda Disney, pero el novio tiene unos amigos díscolos que la arruinarán. Además el padre de la novia tiene de mascota una cabra. Con estos ingredientes ya saben lo que pasa a continuación, el despiporre, el festival del humor, me parto , me mondo y me troncho. Pero al final, a pesar de que todo ha ido como se podía esperar, Barbie quiere a Kent y Kent quiere a Barbie. Es más, el autoritario padre no es tan malo como parecía y los amigos son para siempre “means you´ll always be my friend”. Para que el exceso de azúcar no suba demasiado, cerramos con una broma, para que los adolescentes masculinos no piensen que están viendo ‘una de chicas’, y todos tan contentos a casa.

El protagonista, Xavier Samuel, ya había aparecido en otra comedia como ‘Crepúsculo: Eclipse’ pero todo lo que en esta era irremediablemente gracioso aquí no lo es. Claro que en aquella no intentaba serlo y aquí sí. Menuda contradicción. Lo de Olivia Newton-John también tiene su miga, su personaje comienza siendo una mojigata para terminar descontrolándose, ¿les suena parecido a algún otro personaje interpretado por la actriz? A eso se le llama renovarse o morir. El grupo de amigos, que debería ser el que sacase partido al 99% de los gags, tiene la misma gracia que Mourinho en rueda de prensa. Lo de Kevin Bishop, en el papel que bordaba Zach Galifianakis, es especialmente sangrante.
La publicidad de la película dice que es de los creadores de ‘Un funeral de muerte’ así que puede que lo siguiente sea la trilogía: ‘Un bautizo de muerte’, ‘Una comunión de muerte’ y ‘Una muerte de muerte’. Lo que es evidente es que si se parece a la boda, nadie podrá negar que será ‘de muerte’… al humor.

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